El precandidato a Intendente se reunió con el Secretario de Bienestar Estudiantil de la UNICEN, Dr. Rafael Curtoni, horas después que el Consejo Superior aprobara un fondo de emergencia para cubrir las necesidades económicas, alimentarias y de vivienda de estudiantes en situación de vulnerabilidad social. La última vez que la Universidad había tomado una decisión similar fue hace 18 años, durante la megacrisis de 2002.

El concejal y precandidato a Intendente por el “Frente de Todos”, Rogelio Iparraguirre y la dirigente estudiantil y precandidata a concejal en 4to lugar, Daiana Esnaola, estuvieron reunidos con el Secretario de Bienestar Estudiantil de la Universidad Nacional de Centro, Rafael Curtoni, para conocer de primera mano la resolución que la casa de altos estudios tomó en el día de ayer y que implican una inyección de recursos adicionales a la cartera de Bienestar Estudiantil, atendiendo a la preocupante dimensión social que se profundiza con la crisis económica y que golpea fuertemente en el seno de la vida universitaria.

En la jornada de ayer el Consejo Superior de la Universidad Nacional del Centro votó un fondo de emergencia de un millón de pesos extra a la Partida Presupuestaria que la UNICEN ya asigna a la Inclusión y Bienestar estudiantil, para atender situaciones de contención social a sus estudiantes. La partida se suma a los 14 millones de pesos que ya se destinan, por ejemplo, para sostener el valor de 28 pesos en el menú del comedor universitario; a los 7.5 millones que se destinan para becas directas estudiantiles; a los recursos económicos que posibilitan al funcionamiento del sistema de Residencias Estudiantiles que funcionan en las tres sedes y que en Tandil albergan a 140 estudiantes.



Rogelio Iparraguirre destacó que “la Universidad no es una institución aislada del tejido social y está sufriendo de forma directa los coletazos de una crisis económica galopante que afecta la vida de estudiantes, docentes y Nodocentes. Lo que se aprobó ayer en el Consejo Superior, de asignar un fondo de emergencia para atender la políticas de bienestar, no ocurría desde hace casi 20 años cuando se tomó una medida similar en la crisis del año 2002, lo que permite dimensionar el enorme impacto social que está dejando la crisis económica que imponen las políticas neoliberales”

El precandidato a Intendente por el Frente de Todos consideró que es “imperioso que los vecinos y vecinas de Tandil tomen nota de la situación económica y social en la que estamos inmersos y que llega a impactar directamente en los protagonistas de la casa de altos estudios que son ni más ni menos que los estudiantes. Hay que comprender que esos estudiantes son parte importante del motor económico y de consumo de Tandil y hay que cuidarlos. Hoy la crisis les está haciendo imposible afrontar los costos de alquileres, de transporte y de alimentación con una espiral inflacionaria que no da tregua y que para fin de año habrá superado cómodamente el 60% en el rubro alimentario”.

Respecto de las becas para los estudiantes, Iparraguirre fue contundente al afirmar que “al Progresar sólo le dejaron el nombre” y que “para las y los estudiantes no sólo empezó a ser cada vez más difícil el acceso a las ayudas económicas sino que los montos quedaron congelados en marzo de 2018. Esa situación fue provocando una migración hacia el sistema de becas que la Universidad Nacional del Centro viene afrontando con recursos propios”

“Este fondo extraordinario tiene que ver con atender situaciones extremas precisamente para alquileres, transporte y alimentos para chicos que están al borde de abandonar sus carreras, volver a sus ciudades y a la casa de sus padres. En muchos de esos casos no solamente abandonan sus carreras universitarias sino que, además, tampoco pueden insertarse en el mercado laboral porque no consiguen trabajo en sus pueblos” concluyó Iparraguirre.