En el marco del Plan Nacional Argentina contra el Hambre, la Utep-Evita realizó este sábado por la mañana un encuentro de agricultura urbana, que se desarrolló en la huerta que funciona en Basílico y Cerrillada, en el barrio La Unión.

En la ocasión, se desarrollaron diferentes temas vinculados a la actividad con el fin de delinear nuevas estrategias de producción y comercialización, como así también generar más trabajo y mejorar la alimentación de las familias de tandilenses.

De la reunión, participaron los referentes del Movimiento Evita en Tandil, Nicolás Carrillo y Micaela Herrera, de la Utep-Evita, Walter Martín, militantes del espacio y representantes de las 5 huertas del barrio La Unión, Gardey, Las Tunitas, María Ignacia Vela y Villa Laza, que incluyen a 30 trabajadores y trabajadoras de la economía popular.

“Venimos trabajando desde hace tiempo en transformar planes sociales en trabajo y uno de esos ejes son las unidades productivas agroecológicas, y este sábado nos reunimos con representantes de las huertas que hemos puesto en marcha hasta el momento en distintos puntos de la ciudad y las localidades rurales de Vela y Gardey”, explicó Carrillo.

Seguidamente, planteó que “es estratégico que nuestras organizaciones participen del Programa Argentina contra el Hambre que lanzó el Gobierno nacional. Esto consiste en una ayuda alimentaria a muchas madres, que en Tandil estimamos que serán más de 2 mil, pero la contracara de esto tiene que ser también la generación de trabajo a través de la producción de alimentos sanos, nutritivos y agroecológicos, que complementen la dieta de estos sectores y de los niños y niñas”.

En función de ello, el referente del Movimiento Evita explicó que desde el espacio comenzaron a organizarse para tener más escala, eficiencia productiva, mejores alimentos y generar trabajo.

Sobre los temas abordados en la reunión, precisó que “primeramente se habló sobre los programas del Gobierno nacional, que van a incentivar la creación de huertas y la generación de trabajo. Luego, tuvimos una charla técnica sobre la producción de hortalizas, su cuidado y fertilizantes orgánicos, entre otras cuestiones. Y, finalmente, conversamos sobre las estrategias de comercialización, venta, contabilidad y seguimiento del proceso de compra y venta dentro de la huerta”.

Por otro lado, detalló que también dialogaron sobre “la necesidad de generar derechos para quienes trabajan en estas unidades productivas, como la obra social, los aportes jubilatorios y la posibilidad de poder facturar, como así también buscar una estrategia en común para la venta”.

Los próximos desafíos

Por último, Carrillo contó que desde noviembre hasta la fecha se vendieron “1200 kilos de verduras agroecológicas por mes y el primer objetivo que nos propusimos para los próximos meses es duplicar ese número, a partir del trabajo articulado entre todas las huertas que están en funcionamiento”.

Adelantó así que “la idea es seguir creciendo, generando trabajo y brindando alimentos sanos a la comunidad de Tandil. Se trata de una actividad que da trabajo, está alineada con el cuidado del medioambiente y mejora la alimentación de las familias”.