Las Mesas Barriales de Villa Gaucho, Villa Aguirre, Villa Laza y del barrio Movediza lanzaron un comunicado denominado "Crónica de una ausencia anunciada" con el objetivo apelar al diálogo con el Municipio. Desde la misiva piden: "Llamamos al Municipio a DIALOGAR para realizar acuerdos que nos contengan a todos/as y no sigamos quedando al margen de las decisiones que se vienen tomando de forma no consultiva  con los vecinos y vecinas de Tandil".

A continuación el texto afirma lo siguiente:

Desde el comienzo de esta pandemia las diferentes organizaciones, instituciones y actores que conforman las mesas barriales y de emergencia de los barrios de nuestra ciudad, venimos alertando  de los cambios que se han generado en un escenario de exclusión social y desigualdades económicas con consecuencias directas en la vida de la población más vulnerada provocadas por la cuarentena. De esta manera se puso  en evidencia la  brecha de inequidad que se manifiesta en nuestra ciudad y que se agrava en la periferia.

En cuanto a la política social en el contexto de pandemia, la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat de nuestra ciudad, inicialmente organizó la atención de la demanda, principalmente alimentaria, de manera centralizada, focalizada y excluyente. De esta manera durante todo este periodo no existió posibilidad de gestionar otros recursos que atendieran la agudización de innumerables situaciones de vulnerabilidad de familias. Se implementaron diversos mecanismos de control a través del registro de listados, teniendo como objetivo el relevamiento de datos y la nominalización de las personas para definir cierta “incompatibilidad” de la ayuda a las familias que cobran AUH, situaciones de familias que se encuentran muy por debajo de la línea de pobreza.

.Han llevado adelante una política donde no se toma como eje las necesidades y demandas de dichos sectores, donde no se elaboró una propuesta flexible adecuada a las circunstancias actuales, sino por el contrario con criterios de selectividad, destinada a contener reclamos y dar respuestas inmediatas, es decir una repetición de lo que se viene realizando en los últimos tiempos.

Por otro lado, la implementación de la Plataforma Virtual, burocratiza tanto el acceso a los recursos que estos mecanismos terminan siendo excluyentes.  La gran mayoría de la población más vulnerada no cuenta con computadoras ni otras modalidades de acceso a internet y/o teléfonos aptos para realizar esas gestiones.

Entre los problemas estructurales que observamos y vivenciamos, el transporte público es uno de los más destacados. Con un servicio históricamente oneroso y excluyente, ya que los recorridos se multiplican  en el centro de la ciudad y tienen poca o incluso nula frecuencia en los barrios más alejados, donde viven la mayoría de los usuarios. Y ahora con horarios reducidos, termina dejando barrios (y comunidades) con dificultades para trasladarse por el mismo

La situación de quienes alquilan también es preocupante en el actual contexto teniendo en cuenta que la ayuda económica para el pago de alquileres se corto y en el mejor de los casos se demoró, este  ha sido y  es otro de los  problemas estructurales. Además, la Dirección Políticas  de Género y Diversidad Sexual retrasó los pagos de ayudas de alquiler a quienes son asistides, para salir de situaciones de violencia por razones de género. Creando conflictos entre los propietarios e inquilines, incrementando aún más su situación de vulnerabilidad y de victimización.

Otro es el caso de las políticas de niñez y juventud, históricamente precarias y sostenidas por la buena voluntad de sus trabajadores. Nos preocupa la posible reducción de su presupuesto para dar prioridad a otras áreas que están siendo prioritarias en el contexto de pandemia, además las formas antidemocráticas que han tenido representantes del municipio en el Consejo Local de Niñez hacia las organizaciones e integrantes de dicho Foro.

Un caso emblemático es el del Centro Social y Cultural  Limache (espacio de integración y de referencia barrial en Villa Gaucho), el cual se venía sosteniendo con un alquiler de $50.000 mensuales que ahora desconocemos a donde están siendo destinados esos fondos, es decir, siendo invisibilidades y sin difusión pública, hacia donde se re direccionaron.

Desde cada territorio insistimos que en la actual crisis se necesita más que nunca un estado presente que esté  a disposición con  las herramientas necesarias, las políticas adecuadas y la consulta a  los profesionales capacitades para tal fin, los cuales aportan un saber construido en los propios territorios.

Sin embargo la respuesta del Estado municipal fue hacer un paso al costado, con el cierre de los Centros Comunitarios y la generación de una política puertas adentro.

Por lo que esa ausencia del estado se vio reemplazada por la  organización comunitaria, que con recursos escasos, pero con mucha voluntad, solidaridad y presencia sostuvieron un espacio ante la  emergencia social y brindaron  elementos  tan  básicos y urgentes como un plato de comida, viandas y contención entre otros. Dicha falta de respuesta vino de la mano  con la desacreditación, desprestigio y el ninguneo del trabajo de quienes han puesto el cuerpo para atender las demandas sociales, tanto de las organizaciones sociales como de la instituciones del área.  Conteniendo el conflicto social, con las herramientas que han  sabido construir en cada barrio, gracias al proceso de un  trabajo sostenido en años, articulado con las instituciones y alcanzando una legitimidad  suficiente. Es por esta razón que les vecines acuden a las mismas, ante la  crítica situación de abandono que el estado Municipal ha dejado a los barrios periféricos de Tandil.

Los mismos barrios periféricos, que de acuerdo a la zonificación,  se encuentran  más allá de las famosas “cuatro avenidas”, evidenciando una falta de política social adecuada  que desconoce   la complejidad de la realidad social.

Por lo antes expuesto consideramos necesario enfatizar en la importancia de trabajar de manera articulada el Estado y las instituciones, las organizaciones sociales y la población de los distintos territorios. En tal sentido conocer las políticas públicas que se van a implementar y sus partidas presupuestarias se constituye en información relevante a socializar, favoreciendo y sosteniendo espacios democráticos de discusión. Acordando y estableciendo áreas prioritarias a fin de que las políticas a desarrollar no afecten otras partidas presupuestarias destinadas a nuestros barrios.