A un mes de haberse dictaminado la Medida Cautelar contra las fumigaciones, la Junta Vecinal por un Ambiente Saludable emitió un comunicado sobre la temática en el partido de Tandil.

En la misiva afirman que “en octubre se dictó una medida cautelar a cargo del juez Blanc que busca proteger a las comunidades rurales y periurbanas alejando las fumigaciones aéreas y terrestres con ciertas distancias mínimas de casas, pozos y cursos de agua y, además, de establecimientos educativos que se ven gravemente afectados desde hace años con esta problemática.

Además del juez, también otras autoridades como el defensor del pueblo de la provincia, han alertado sobre la gravedad de la situación, pidiendo al municipio que actúe con urgencia y eficacia.

Consideramos inaceptable e irresponsable la postura del Municipio de Tandil, expresada a través de sus representantes legales, que rechaza la medida cautelar que busca proteger a las comunidades locales de la amenaza que el persistente uso de agrotóxicos representa para la salud y el ambiente en el que vivimos. Reafirmamos que se trata de una problemática de incidencia colectiva y que las normas y procedimientos hasta ahora existentes han resultado insuficientes para responder a las reiteradas vulneraciones de derechos que viven las comunidades rurales y semiurbanas, que conviven diariamente con los agrotóxicos, que padecen sus efectos en forma de cánceres, trastornos del espectro autista, trastornos del aprendizaje, alergias, asma, abortos espontáneos y que ven sus cuerpos y el de sus seres queridos enfermarse por estar constantemente expuestos a las fumigaciones. También percibimos otros daños, como la quema de nuestras huertas, plantas o bien el deterioro general de la salud de los animales, que asimismo vemos con alarma y preocupación.

Ante la falta de respuestas por parte de nuestras autoridades y la continuidad de estas situaciones que ponen en riesgo la vida misma, entendemos que la medida cautelar busca detener la vulneración sistemática de nuestros derechos y, a la vez, proteger a la niñez y las familias en su centro de vida, estimulando también a que nuestros representantes generen instrumentos para favorecer un ambiente saludable.

Creemos que nada vale más que la tranquilidad de saberse en un ambiente sano, pues “sin la lucha ambiental, ninguna otra lucha tiene sentido” al contrario, frente al gran riesgo que supone el vivenciar la amenaza constante del creciente uso de agroquímicos en el partido de Tandil, las comunidades locales también padecen la falta de respuestas contundentes por parte de las autoridades de gobierno y a la desinformación. Por ello, además de actuar con celeridad y sancionar las violaciones a las leyes existentes, queremos que nuestras autoridades políticas tomen medidas para la progresiva eliminación de la presencia de agroquímicos en nuestros espacios de vida, así como incentiven la generación de más información respecto de la situación sanitaria que atravesamos y del aumento de los padecimientos de la salud, que conocemos desde nuestra experiencia. Es urgente que se lleven adelante estudios epidemiológicos sistemáticos sobre las poblaciones expuestas a los agroquímicos, discriminando según grupos de interés, ya sea por la cercanía a las fumigaciones, sexo o franjas etarias, entre otras.

Necesitamos respuestas urgentes para una amenaza que no cesa. Hay otras maneras de producir ecológicas y rentables, por ejemplo, la agroecología que permite una reconversión de los sistemas actuales hacia la producción agroecológica. El debate sobre nuestro sistema de producción agrícola no se mide en metros, y debe abordarse de manera seria e imparcial, con base en los derechos humanos y en forma democrática, pensando en el presente y futuro de los suelos, el agua, los cielos y los seres vivos que habitamos en ellos. En este sentido, la medida cautelar del juez Blanc resulta al menos un paso, y por lo tanto repudiamos su rechazo, que se suma a una serie de acciones e inacciones que solo colaboran en mantener lo que ya es una profunda injusticia social y ambiental.