La Comisión Directiva, Socios, Bailarines y Familias de Peña “El Cielito” despidieron con una emotiva carta a quien fuera uno de los mentores de la institución.

En la misiva expresan la profunda huella que no solo dejo en la comunidad peñera sino además en aquellas personas que lo conocieron.

A continuación el texto completo del mensaje:

“Nos dejó Miguel”

No encontramos explicación.

Algún día allá por 1998 se incendió la sede, pensamos que era final. Pero no lo fue, porque Miguel  con un grupo de directivos, socios, tandilenses, corajeó la rápida reconstrucción. ¡NO!, ¡qué reconstrucción!. Una sede nueva, moderna, con una sala para Tandil. Ese era Miguel, un paso adelante; de objetivos difíciles y a trabajar.

¿O no fue impensado ir a Cosquín con un grupo de jóvenes que no habían pisado escenario que no sean los locales y que no tenían la indumentaria adecuada?. Pero en el 2do semestre de 1981,  Miguel planteó a la comisión directiva la posibilidad de competir allí. Nada menos que en Cosquín.  Se viajó, se compitió, se ganó.

Pero Miguel ya estaba un paso adelante; entonces miró, aprendió y vió un espejo en donde mejorar, como el Ballet Brandsen, el Ballet Champaqui y otras academias. Entonces, formó el Ballet Mayor de la Peña El Cielito y así,  la institución tuvo un nuevo motivo para estar orgullosa.

Miró los festivales que el norte de nuestro país tenía y el sur no. Y así ideó, en 1983, también acompañado y apoyado por la institución, el Festival de la Sierra. Miguel, otra vez un paso adelante.

Decenas de párrafos podríamos escribir contando propuestas y ejecuciones de Miguel. Podíamos comenzar la reunión de los días martes con negativas o dudas sobre su nueva propuesta; pero su impronta y entusiasmo lograban que al finalizar la misma, el proyecto fuera aprobado por unanimidad. Y no duden, el miércoles nos pasaba a buscar para realizar las primeras acciones de aquella nueva idea. No importaba si eran coreografías de cuadros históricos, reformas edilicias, o nuevas ediciones festivaleras; íbamos de su mano hacia adelante.

Pasaron horas desde la noticia, minutos desde la despedida, estamos aún temblorosos y sorprendidos porque nos dejó. Fueron más de 55 años dentro de la institución; más de 30 ininterrumpidos en la comisión directiva.

No sabemos qué decir; somos también su familia, porque su casa era también El Cielito. Sí, literalmente. Hasta la basura iba a sacar en muchas oportunidades o a pintar si hacía falta.

Nos dejas un vacío que no habrá coreografía que llene; aunque intentaremos que así como nuestros poetas convierten sus penas en admirables letras de zambas, nuestros profesores transformen esta pena en danzares que estén a tu altura y nuestra dirigencia continúe generando proyectos que hagan que te sientas orgulloso.

A los tandilenses, que nos hacen llegar su acompañamiento en estos duros  momentos, sepan que para Miguel, decir El Cielito, era decir Tandil.

También así lo vivenciamos en la institución; por eso compartimos la despedida a un hombre de la CULTURA. No era un hombre cualquiera. Era Miguel Rouaux, el del Cielito, el de Cultura, el del Festival de la Sierra. ¡Miguel! Nuestro Miguel. El de toda la gente de la cultura tandilense y el folclore nacional.

Gracias Miguel.