En la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, a través del trabajo que realiza diariamente el padre Andrés Pérez, se creó un espacio denominado “Misioneritos de la Virgen del Carmen” que tienen como objetivo colaborar con diferentes familias en el barrio Movediza II para mejorar la calidad de vida de las personas en situación de vulnerabilidad.

En este sentido, las familias y los pre-adolescentes de entre 10 a 15 años, acompañados por el párroco y las catequistas organizaron una Campaña de Recolección y Acondicionamiento de Juguetes para luego festejar el Día del Niño, al aire libre, el pasado domingo a la tarde, junto a las familias de la zona.

La comunidad parroquial animó el evento con juegos, bailes y se realizó un taller de pintura, a cargo de una de las mamás del grupo, con el objetivo de transmitir el aprendizaje de los colores y se los invitó a soltar la imaginación para crear un dibujo. Además, los misioneritos, elaboraron el tablero de apoyo para los chicos del barrio.

También el encuentro contó con la presencia del Mago Ariel. Luego, se realizó una merienda y se repartieron los juguetes donados y además hubo varios sorteos.

PNT Diario Digital, dialogó con la predicadora, Elena González Borda, sobre el evento y ella explicó que “lo que se pensó es compartir la alegría del Evangelio que los chicos tienen en su corazón. La propuesta es seguir acompañando a las familias del barrio. Por eso, hicimos una campaña para conseguir frazadas para el invierno y ahora un motivo para seguir colaborando fue el festejo del Día del Niño”.

“Los misioneritos creen que regalar una sonrisa, es entregar un montón de cosas. Entonces, se decidió hacer una campaña de recolección de juguetes. Las familias ayudaron mucho en la clasificación y el acondicionamiento de los elementos donados”, describió.

Además, la catequista, expresó : “Cada misionerito hizo diez tableros. Los decoraron y le pusieron todo el amor del mundo para luego obsequiarlo a cada nene del barrio. Los chicos se comprometieron con cada actividad, animaron el encuentro y repartieron los juguetes. Luego de la jornada, sentimos el corazón lleno de alegría”.

Además, González Borda, aseveró: “Fue una fiesta. El clima nos acompañó. Cada vez que estos chicos hacen algo al aire libre se abre el cielo. Dios nos apoya totalmente en la misión. Observar a los niños como pintaron y la alegría que demostraban en sus caras con la presentación del mago, fue impresionante”.

Igualmente, manifestó que “en el barrio todavía hay un montón de cosas por hacer. Nosotros nos enteramos que hay dos chicas que van a ser mamás, así que vamos a empezar a juntar cosas de bebés. También, hay que seguir acondicionando algunas casas que necesitan ayuda. Continuamos apoyando a Paola, en el comedor los Tatú, para que siga dando apoyo escolar y teniendo útiles. Vamos a seguir comprometidos con el barrio”.



La experiencia de los jóvenes misioneros y sus familias

También, Rosana Sicilia, una mamá integrante del grupo, argumentó que “la jornada fue increíble. En realidad, participamos con una expectativa muy grande, pero al finalizar el encuentro quedamos con el corazón llenó de alegría y  amor. La propuesta fue dar felicidad a los chicos del barrio y también a nuestras familias, el sentimiento fue mutuo.”

Hernán Luque, papá de Julián, uno de los pre-adolescentes, contó que “a partir de la voluntad de nuestro hijo de ser parte del grupo de misioneritos, nosotros elegimos acompañarlo y aportar desde nuestro lugar un granito de arena,  como, en este caso, entregar unos juguetes y compartir la tarde con las familias del barrio”.

“Para nuestro hijo estar en la iglesia es muy significativo e importante. Por eso, compartir con las catequistas, el padre Andrés y toda la comunidad el trabajo que están haciendo en el barrio es muy lindo”, afirmó.

Igualmente, Laura, la mamá de Julián, declaró que “ver a mi hijo disfrutar  y sentir las ganas que él tiene  de ir a la Iglesia a presenciar las misas del padre Andrés, junto con el acompañamiento de Elena, es fantástico porque no es algo forzado, sino que le nace del corazón hacerlo, es hermoso todo lo que hacen y siempre vamos a estar acompañandolos”.

https://www.youtube.com/watch?v=DzE35dwD2_M

Por último, Julián David Luque, de 10 años, narró que “el padre Andrés me dijo si quería ir al grupo de misioneros.  A partir de ese momento me fui adaptando y ahora tengo bastantes amigos. Ayudar a los chicos del barrio, llevar una buena palabra, sacarles una sonrisa y transmitir cosas a la gente a mí me encanta”.

Para colaborar

Aquellas personas que se quieran sumarse al grupo “Misioneritos de la Virgen del Carmen” o realizar donaciones se podrán contactar a través de las redes sociales.

Facebook: Parroquia Nuestra Señora del Carmen Tandil

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