La Asamblea por un Tandil sin Trigo Transgénico ni Agrotóxicos realizará el Festival “Paren de Fumigarnos” - “Las Buenas Prácticas Agrícolas no usan veneno” este viernes 17 de septiembre en la Plaza Independencia.

Las actividades estarán previstas ´para las 14 hs con el taller de Teatro Legislativo. Informes e inscripción: 249 451 8142 (Gina). También, a las 15 hs se realizarán intervenciones artísticas, música en vivo y habrá stanes.

Desde la organización manifestaron:

El festival viene a contestarle a la “primera Jornada de aplicaciones ‘seguras’" que la Organización de Aplicadores de Productos Fitosanitarios Tandil llevará a cabo en la Escuela "Granja" y el Instituto Agrotecnológico. No se pueden garantizar aplicaciones seguras cuando lo que se aplican son agroquímicos biocidas.

La Asamblea solicita la cancelación de dichas Jornadas, mediante una Carta Pública que fue entregada a las autoridades competentes y publicada en redes sociales, con la adhesión de diferentes organizaciones vinculadas a la Educación, el Ambiente y los Derechos Humanos.

Jornadas como estas resultan un gran negocio para los sectores más concentrados del agro que, con el apoyo de las instituciones del Estado y en espacios educativos, publicitan sus paquetes tecnológicos compuestos por transgénicos y agrotóxicos. El simulacro a campo con vuelos demostrativos de aviones pulverizadores que se pretende realizar es una farsa, con el agravante de realizarse en una Escuela pública que, según evidencia científica, cuenta con presencia de agroquímicos en suelo y agua.

Las aplicaciones con venenos no son seguras: no es posible controlar las derivas porque éstas dependen del clima, persisten en los suelos, se escurren contaminando las aguas (superficiales y napas), y viajan por el aire. Y ya se ha probado la persistencia de los agrotóxicos en el ambiente, los efectos al combinarse y los daños en la salud. El fraude de la “seguridad” reedita la idea de la buena o mala aplicación, también llamadas "Buenas Prácticas Agrícolas" (BPA), la cual deslinda de responsabilidades a los principales beneficiarios del modelo agroalimentario corporativo, y le echa la culpa de los problemas a los/as trabajadores/as.

Basta de fraude organizado. Paren de fumigarnos. Paren de fumigar las escuelas.

¡Queremos que las instituciones del Estado actúen para garantizar los derechos humanos fundamentales por encima de los intereses privados que atentan contra la vida!