07/02/2022
El licenciado en Gestión Cultural, Eduardo Tony Ferrer, elaboró una nota de opinión sobre la torre de agua corriente emplazada en la Plaza Martín Rodríguez y afirmó que "se encuentra en estado de abandono" Rodríguez.
En la misiva el exconcejal mandato cumplido expresa:
La torre de agua corriente emplazada en la Plaza Martín Rodríguez -ex Plaza de Las Carretas- está registrada para su preservación en el Plan de Desarrollo Territorial Anexo 5 (Bienes Patrimoniales Catalogados). En la actualidad, a pesar de algunos trabajos en los pisos aledaños, su fachada y en parte su mampostería se encuentra en estado de abandono. La construcción debiera intervenirse para su preservación y puesta en valor.
La edificación que irrumpe en el centro de la Plaza Martín Rodríguez- ex Plaza de Las Carretas-, conocida también como la Plaza del Tanque está circundada por la Av. Santamarina, calles Sarmiento, 4 de Abril y Mitre. Es una de las grandes obras de infraestructura emprendida aproximadamente en 1936 y puesta en marcha en 1939. Se considera un trabajo arquitectónico relevante para la ciudad y tal vez, único en su estilo en el país. La parte superior tiene un balcón redondo es distintivo y exclusivo (al no encontrarse otro igual en Tandil), además posee ventanas con arco de medio punto y un fantástico zócalo de piedra confeccionado con granito gris de la región extraído por los canteristas.
Según Pagola, el Tanque construido está levemente inclinado y destaca que en la plaza (entorno paisajístico de esta obra arquitectónica) está plantado un retoño del árbol de Guernica, (símbolo de la libertad de Bizkaia y de toda la sociedad vasca) que se encuentra precisamente enfrente al Centro Vasco Gure Etxea, que aglutinó a los inmigrantes del País Vasco.
Su fachada en la actualidad: algunos detalles sobre la obra
Como se adelantara, el tanque de agua corriente ocupó la histórica Plaza de las Carretas, denominada así desde 1879 y que inicialmente ocupara dos manzanas. Allí llegaban los frutos del país que luego eran comercializados en la ciudad.
Las primeras obras de aprovisionamiento de agua corriente a nivel local contaban inicialmente con una infraestructura de 5 pozos, sobre la Av. Aristóbulo de Valle una torre tanque y las cañerías correspondientes. Estas obras tenían una capacidad calculada para abastecer una población de 50.000 habitantes a razón de 300 litros de agua por persona, lo que importa una provisión total de 15.000m.c.
En un artículo publicado el 31 de diciembre de 1939 -número extraordinario del Diario Tribuna- existen referencias a las obras de ejecución del tanque de agua corriente, donde se describen algunos datos de los depósitos de distribución ubicados en su construcción, tales como: la torre de sostén de los tanques es de albañilería de ladrillos sobre un basamento revestido con piedra granítica de 8 metros de altura: interiormente las paredes van revocadas con morteros de cal y exteriormente, en la parte superior, con revoque imitación piedra.
También se hace mención a 2 tanques de planta circular, el superior de 15,45 metros de diámetro interior y el inferior de 14,50 metros. El primero de ellos tiene una capacidad de 400 m3, mientras que el segundo es de 1000m3
.
Por estos datos y otros, que hoy pueden resultar obsoletos, la nota periodística destacaba que se trataba de una obra de envergadura que cubriría una zona alta y baja de la planta urbana, abarcando una longitud aproximada de 61.000 metros de cañería de hierro fundido para una zona de 340 hectáreas.
En el boletín N° 30 del año 1939, publicado por Obras Sanitarias de la Nación aparece en la portada el Tanque de Agua de Tandil que fue tomado de la pintura realizada por el artista Carlos E. F. Saunier.
Preservar el patrimonio
Debemos tener una visión amplia de patrimonio cultural tandilense para conservar lo que hemos heredado y esto se consigue con una gestión que ponga en valor esta y otras obras arquitectónicas, no solamente en la preservación sino también en la narración de su historia. Es importante que los proyectos sean ampliamente participativos, para reforzar la autoestima de la comunidad.
Por otra parte, la pérdida y/o desconocimiento de una obra arquitectónica como la del Tanque de agua corriente, asociada al abandono, contribuye a la desvalorización de la misma, como así también a otras torres más pequeñas en Obras Sanitarias que señalara en una nota en redes la arquitecta Carolina Shedden, donde funcionan los pozos que bombean agua hasta la plaza del tanque. Dice la profesional que estas construcciones, tienen un valor significativo y son obras públicas de gran calidad, manifestando, además, que observó como de ellas fue totalmente arruinada. Otros tiempos, otra arquitectura, otros materiales, otra mano de obra. Una pena que no lo vean.
El significado cultural del patrimonio en la conservación se debe proteger, transmitir e interpretar correctamente. Esto se funda en que es un mensaje cargado de múltiples facetas como la histórica, social, política, espiritual y artística, que integran lo que podría llamarse la singular particularidad de los bienes patrimoniales, producto de la sociedad que le dio origen y a la que pertenecen.
Y, aunque resulte tedioso y repetitivo, siempre resulta interesante transcribir un párrafo de la obra Patrimonio, Ciencia y Comunidad que enuncia:
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