09/03/2022

Locales

8M: multitudinaria marcha en Tandil

Cientos de mujeres se manifestaron por el Día Internacional de la Mujer en la tarde de este martes en las calles céntricas de nuestra ciudad. La iniciativa se encuentra en consonancia con la movilización a nivel nacional e internacional.

Bajo la consigna “Nosotras Paramos”, una nutrida movilización se hizo sentir en el centro de Tandil con cánticos y percusión para reclamar contra la violencia machista y la desigualdad de género.

También, acompañaron la protesta ATE, SUTEBA, Feministas Unicen, Frente de Mujeres del Movimiento Evita, Frente Patria Grande, Cámpora Tandil, Somos Tandil, Mala Junta, Socorristas en Red, Murgueras en Lucha, Soberanas de Izquierda Popular, Frente de Género La Poderosa, Villa Cordobita Tandil, CCC Mujeres Tandil, Partido Comunista Revolucionario, entre otras agrupaciones sociales y políticas.

En este sentido, las diversas mujeres se congregaron en la Glorieta de la Plaza Independencia y recorrieron las calles del microcentro hasta arribar a la explanada del Palacio Municipal, en donde distintas integrantes de organizaciones sociales fundamentaron su reclamo a través de la lectura de un petitorio.

A continuación, el documento afirma:

VI Paro Internacional Feminista Todas las deudas son con nosotres

Como Asamblea Feminista de Tandil organizamos el VI Paro Internacional Feminista en el marco del Día Internacional de las mujeres y disidencias trabajadoras.

El 8M se ha convertido en el único Paro Internacional y por eso abrió un nuevo terreno de la práctica política a nivel global. En Tandil nos unimos a la marea de más de 60 países para protagonizar esta jornada de lucha.

En nuestro país, somos el movimiento que le hizo el primer paro a Macri cuando gobernaba nuestro país, somos la marea que le dio protagonismo a miles de mujeres y disidencias organizadas a lo largo y ancho del país para que puedan volver a sus trincheras más fuertes y con espalda colectiva, les que pusimos en debate no sólo el binarismo de la identidad de género, sino también los límites de la identidad trabajadora a partir de la pelea por el reconocimiento de los cuidados, como parte de las tareas reproductivas.

Este 8M nos encuentra atravesando debates fundamentales y proponiendo una agenda que busca construir la idea de que lo conseguido es el piso del que partimos para seguir prefigurando el mundo sin violencias y sin desigualdades que queremos.

Discutimos la economía, la deuda, la crisis: Que la deuda la paguen los que la fugaron. Ponemos sobre la mesa que la salida de la crisis económica que atravesamos no puede ser a expensas del pueblo, y particularmente, cargada sobre los cuerpos de mujeres y disidencias, que ocupamos el 70% de las cifras de la pobreza.

La feminización de la pobreza se puede explicar por las tareas no pagas que realizamos la mayoría de las mujeres al interior de los hogares y por el bajo reconocimiento monetario que tiene su segmento pago, es decir, el hecho de que el salario más bajo de la economía sea el de las trabajadoras de casas particulares.

La organización social de los cuidados es relegada casi exclusivamente a los hogares, y de esta manera, individualiza en cada familia cómo resolver dichas tareas que son indispensables para la existencia del conjunto de la población.

De acuerdo a los últimos datos relevados por INDEC, el 71% de los trabajos domésticos no remunerados son realizados por mujeres. Se le suma a este dato, que estos trabajos representan el 15,9% de nuestro PBI, lo que indica que es muy difícil intentar mejorar la vida de todes sin entender el papel clave que los cuidados tienen en el bienestar social.

Todas las políticas económicas tienen efectos distributivos en términos de ingresos y también de género. Aunque se pretenda neutral, la programación económica nunca lo es. En la Argentina existen desigualdades estructurales y reducirlas es una cuestión de Estado. Las mujeres, sobre todo las más jóvenes y quienes son madres, junto al colectivo travesti trans, son las más pobres y las que más obstáculos tienen en el mercado de trabajo. Hay que cerrar esas brechas de desigualdad, no solo para alcanzar más justicia social, sino también, porque le hace bien a la economía. Esta es una condición indispensable para un desarrollo sostenible.

Avanzamos con el Plan Nacional contra las Violencias, el programa Acompañar, el cupo laboral travesti trans, la legalización del aborto, y hoy nos proponemos profundizar ese camino exigiendo que se avance con el sistema integral de políticas de cuidado y las licencias igualitarias. Argentina es uno de los países latinoamericanos más retrasados en los modelos que contribuyen a reducir las desigualdades de género en la crianza de niñas, niños y adolescentes. Necesitamos modificar el actual régimen de licencias, establecidas en el Régimen de Contrato de Trabajo, de 1976, para alcanzar un modelo más equitativo en términos sociales. Exigimos el tratamiento del Régimen de Licencias parentales igualitarias, tal como fue anunciado en el inicio de sesiones ordinarias.

Mujeres y disidencias sexo-genéricas nos hermanamos para poner de relieve el conjunto de desigualdades y violencias que vivimos en los diferentes ámbitos, jornadas laborales y dinámicas familiares.

Los últimos años la lucha feminista diseñó el camino hacia la conquista de los Ministerios de Mujeres, Géneros y Diversidad de Nación y de Provincia y por primera vez en la historia de una Dirección Nacional de Economía, igualdad y género en el Ministerio de Economía. Muchas de las políticas propuestas las venimos sosteniendo desde las militancias, en un sentido amplio, entendemos que el Estado no está conformado sólo por les funcionaries, sino que, adquieren un rol central las organizaciones políticas y sociales en la disputa del modelo político-económico.

La perspectiva de género y de diversidad es imprescindible para el diseño de programas y planes de gobierno. La economía argentina tiene el desafío de encontrar un sendero de crecimiento económico que cierre brechas de desigualdad. Eso implica, desde el feminismo, entender que la economía de los cuidados es vital para el sostenimiento de todo el tejido productivo y que las mujeres tienen que ser parte del diseño y construcción política del presente y el futuro.

El reclamo de un Sistema Integral de Cuidados es urgente y fundamental si queremos avanzar hacia un país que sea más igualitario. Dicho reclamo ha sido incluso un compromiso asumido por parte del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades, y se ha presentado desde el ejecutivo el proyecto al Congreso este año.

La lucha por la IVE, es un ejemplo de nuestra potencia y nuestra capacidad de organizar la bronca y volverla demanda política. Ganamos la ley en la calle, en el congreso y el gobierno, pero seguimos encontrando obstáculos para acceder a nuestro derecho, sobre todo en la ciudad de Tandil, que aún nos encontramos con algunos de ellos. La marea verde sigue de pie, frente a las resistencias conservadoras. Exigimos la absolución para Miranda Ruiz, médica salteña juzgada por practicar un aborto. Garantizar derechos no es delito, es una conquista y lucha que hemos logrado.

Este 2022 nos encuentra recordando que el último hecho político masivo previo a la pandemia fue el 8M, poniendo en debate que las tareas de cuidados y el trabajo doméstico no remunerado sostienen la economía de forma invisibilizada.

Por eso decimos que nuestros trabajos no remunerados mueven al mundo y que la deuda es con nosotras y nosotres. Sabemos que las desigualdades estructurales se enfrentan con cambios estructurales y por eso asumimos la tarea pedagógica de denunciar la invisibilización de los trabajos de cuidado, propias del capitalismo heterocispatriarcal.

La pandemia nos dejó sin dudas en peores condiciones como trabajadoras. Muchas perdieron sus empleos, dejando de percibir ingresos económicos para el sostén de sus familias. Los primeros meses dieron cuenta de la precariedad de nuestros trabajos en el sector de servicios domésticos y cuidados, dejándonos sin salario y sin derechos a reclamo. Pero también nos quedamos sin trabajo las que nos desempeñamos en el comercio ya sea como empleadas o como trabajadoras autónomas. Las changas se cortaron. Para las trabajadoras de la Economía Popular la situación no fue mejor. Ante esta situación económica crítica, el movimiento demandó políticas públicas nacionales, que, si bien tienen características paliativas, resultaron estratégicas en ese momento de incertidumbre.

Durante estos dos años, fuimos trabajadoras las 24 horas del día, en un contexto de aislamiento donde las demandas no dejaban de crecer: dentro del hogar, cuidamos a niñes, adultes y personas con discapacidad, fuimos teletrabajadoras poniendo todos nuestros recursos materiales y económicos, reconfiguramos nuestros empleos, nos pusimos al hombro la continuidad pedagógica de les integrantes de la familia -a costa de nuestros propios saberes y nuestro tiempo-, fuimos las gestoras de todas las ayudas posibles, salimos a garantizar la provisión de alimentos, estuvimos al frente de las ollas populares donde fue imperioso cocinar colectivamente para que nadie pase hambre. Además, nos formamos y oficiamos como promotoras de salud y de género, acompañamos el acceso a derechos (no) reproductivos, militamos, propusimos, debatimos y encontramos estrategias para resistir durante el ASPO.

https://www.youtube.com/watch?v=AVzht2sCR_s

Este año nuestra consigna invita a preguntarnos acerca de la violencia económica y la deuda histórica del Estado y del patriarcado para con nosotres. Antes decíamos que las mujeres y disidencias llegábamos a trabajar una doble y triple jornada. Luego de dos años de pandemia, podemos dar cuenta de cómo la reconfiguración del espacio laboral que se repliega en el espacio doméstico, implicó un incremento en esta superposición de jornadas.

Entendemos la necesidad de diseñar estrategias para transversalizar las perspectivas de género y disidente en los tres poderes del Estado, por eso, discutimos la justicia patriarcal y demandamos una Reforma Judicial Feminista. Estamos hartes de que nuestras vidas o muertes sean juzgadas por una justicia patriarcal heterocis-sexista, que desconoce nuestras experiencias y dolencias, nuestras necesidades y urgencias. No habrá igualdad en nuestro país hasta que no se lleve adelante una reforma judicial feminista, con participación popular.

También enfrentamos las violencias machistas y patriarcales, multiplicando nuestra exigencia de políticas públicas que nos asistan y acompañen cuando necesitamos, pero sobre todo reclamamos que se refuercen las políticas orientadas a prevenirlas.

Nuestra(in)seguridad está signada por la experiencia encarnada de los acosos y agresiones que vivimos en el espacio público. Tener un cuerpo sexuado femenino o una expresión de género que no encaja en los límites binarios condiciona nuestro uso de los espacios públicos y nos expone a agresiones, acoso, violaciones. Una ciudad signada por la cultura heterocispatraircal nos reprime y nos disciplina también en el modo de vestir, las zonas que frecuentamos o los horarios en que decidimos salir y volver a casa.

Porque seguimos peleando por una vida libre de violencias, denunciamos la cultura de la violación como expresión extrema de las violencias, así como los femicidios y travesticidios. Son acciones disciplinadoras, un modo brutal de ejercer el poder y de sembrar el miedo. Por eso decimos que no son animales ni manada, son hijos sanos del patriarcado.

Contra un sistema de salud que nos excluye y discrimina, reclamamos por la ley de VIH, que perdió estado parlamentario por cuarta vez consecutiva hace una semana. Renovamos nuestro compromiso de saldar esa deuda de más de 32 años, reclamando una Ley Integral que además defina la producción pública de tratamientos de HIV y enfermedades infecto contagiosas. En nuestro país, por año hay 4.500 diagnósticos de VIH y 1.400 muertes por causa del virus, datos que la aprobación de esta ley podría reducir sensiblemente.

En temas de cuidados de nuestros cuerpos hemos impulsado la idea -que el Estado ha reconocido- que las barreras económicas al acceso de productos de gestión menstrual tienen implicancias en la salud, la educación y el trabajo.

También es necesario reconocer que la gestión menstrual es un proceso que trasciende la experiencia personal en tanto se ve afectado por condiciones de infraestructura, ingresos o normas culturales.

Aunque ningún proyecto legislativo relativo a la temática alcanzó jamás el tratamiento en comisiones en el Congreso Nacional, actualmente se encuentran en estado parlamentario 4 proyectos de ley pertinentes a la gestión menstrual en el Honorable Senado de la Nación y 10 en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación. De los 14 proyectos 10 son de autoría femenina. Apoyamos las iniciativas que se han puesto en marcha por medio de organizaciones sociales, unidades productivas, ONGs y activistas, quienes han sido las grandes impulsoras para que este tema entre en la agenda pública y exigimos su tratamiento en los recintos parlamentarios.

Reclamamos nuestro derecho a vivir vidas disidentes.

Anticipándonos al 11 de marzo, a un año de su desaparición,con una angustia politizada nos preguntamos dónde está Tehuel y exigimos verdad!

Nos movilizamos contra los crímenes homolesbo-transodiantes y reclamamos por el acceso al empleo y la salud trans-travesti.

Nos preparamos para acompañar a Higui el 15 de este mes, en el pedido de absolución, frente a un poder judicial que la quiere condenar por haberse defendido en una violación correctiva.

Y retomamos el grito de libertad a Milagro Sala, presa política en democracia desde hace 6 años.

A nivel local, consideramos que la creación de la Dirección de Política de Género y Diversidad Sexual ha significado una definición política importante frente a nuestra demanda como movimiento, y que ha implicado por primera vez la asignación de partidas presupuestarias específicas, sin embargo, sabemos que en el último año fue la que menor presupuesto tuvo de toda la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat.

https://www.youtube.com/watch?v=Cr0_6t3UaBE

Asimismo, entendemos estratégico que la Unidad para la transversalizacion de la perspectiva de género, dependiente de la Jefatura de Gabinete defina mecanismos de diálogo con el movimiento feminista y disidente, de modo de que podamos acceder a lo planificado, así como proponer líneas de acción en aquellas áreas que venimos definiendo urgentes y prioritarias a partir de nuestro conocimiento del entramado social.

Le decimos al Gobierno Municipal -que lleva 19 años conduciendo y administrando recursos de todes-, que nos incluya y tome la agenda feminista, transversalizando en todas las políticas públicas la perspectiva de género.

Como otros años en Tandil, exigimos:

La jerarquización de la Dirección de políticas de género y diversidades, a través de fortalecimiento con mayores recursos, y capacitaciones permanentes a los equipos.

Que las mujeres y disidencias de nuestra ciudad no estamos incluides en su proyecto político, hay un Tandil maquillado y partido que quedó al descubierto en estos dos años de pandemia.

Pleno cumplimiento de la Ley Micaela con presupuesto acorde para concretarlo con la celeridad que requiere capacitar a toda la planta de trabajadores municipales.

Exigimos que las 7 instituciones de primera infancia municipal se incorporen al sistema educativo provincial, garantizando los derechos de niñes, padres, y docentes enmarcados en las leyes nacional y provincial de educación, que garantiza la Dirección General de Cultura y Educación.

Políticas de fortalecimiento de los proyectos productivos de mujeres y LGBT

Paridad efectiva en los espacios de responsabilidad política de la ciudad

Programas de formación profesional y empleo con perspectiva de género. Que incluyan espacios de cuidado. Y que no se asiente sobre concursos y competencias entre mujeres sino sobre la garantía del derecho de todas y todes.

La jerarquización y autonomía de la Dirección de políticas de género y diversidad sexual que actualmente depende de la Secretaría de Desarrollo Social.

Exigimos la creación de un Plan de Acceso a la vivienda que atienda la situación de emergencia habitacional que presentan las mujeres y disidencias.

Exigimos la necesidad de una decisión política para ampliar la planta de profesionales y equipos que intervienen en Salud mental y exigimos la formación en perspectiva de género y derechos humanos que tales situaciones requieren.

Exigimos la implementación del Protocolo de actuación para prevención, sanción, erradicación de situaciones de violencia de género, acoso y discriminación por identidad de género u orientación sexual en el ámbito laboral municipal, que ya entró en vigencia (en el marco de lo que establece la partitaria).

Exigimos que el pedido de informe presentado en noviembre del 2021 sobre Acceso a la información pública nos permita obtener datos de la Dirección de políticas de Género sobre cupo laboral trans.

-Acceso a la información de la Unidad de Transversalización de Género. Cuáles son los objetivos, cuál es el área responsable de la planificación y ejecución, qué personal está asignado a la misma.

Los programas ASISTAN y ACCEDER deben ejecutarse de manera efectiva: En la apertura de Sesiones Legislativas el Intendente anunció, la profundización del programa ACCEDER en tal sentido exigimos que se tenga en cuenta el patrocinio por delito de familia, para que las mujeres podamos acceder de manera igualitaria al derecho de nuestrres hijes a la cuota alimentaria y a desvincularse de nuestras parejas.

Por todo lo mencionado anteriormente, solicitamos que las partidas presupuestarias destinadas para políticas de género sean utilizadas en pos de nuestras mujeres y disidencias.

Por todo ello, reclamamos una vez más.  ¡LA DEUDA ES CON NOSOTRES, QUE LA PAGUE LOS QUE LA FUGARON!

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