Juan Pedro Larraburu, titular de la ONG “Tránsito entre Todos”, analizó el tránsito en Tandil y expresó que  “no vemos soluciones a corto plazo, lo que nos está sucediendo es realmente increíble y cuando uno analizar una situación y observa que está mal se transforman en caótico y complicado”.

Además, aseveró: “No hay decisiones ni voluntad política para cambiar las condiciones de circulación vehicular. Es necesario, para resolver la situación, que haya voluntad de controlar y de exigir que se cumplan las normas, pero si no queremos es muy complejo que suceda”.

“La gente está reclamando control, pero en la ciudad hay un descontrol de autos y motos muy grave.  Me refiero a que se debe inspeccionar la moto exigiendo casco, seguro y que estén en condiciones. El auto, que el conductor utilice cinturón, además se deberían realizar controles de alcoholemia, sobre todo, los fines de semana y observar si tiene todos los elementos necesarios para conducir”, manifestó.

Larraburru, explicó: “También, inspeccionar en la entrada y la salida del colegio que se cumplan las leyes de tránsito, los colectivos, entre otros. Muchísimas cosas se podrían realizar y que son de fácil control. La gente lo está pidiendo y no se están haciendo”.

“Si no hay control ni educación manejamos como queremos y cometemos faltas. Como consecuencia ponemos en riesgo nuestra vida y la de los demás. Por ende, tenemos como secuelas sociales que haya fallecidos de pocos días o que un fin de semana haya diez accidentados. Me parece que estamos al borde de un colapso y si no se toman ‘cartas en el asunto’ va a suceder”, sentenció.

Para finalizar, Larraburu, argumentó que “para resolver el problema de la circulación vehicular hay que tratar el tema con la mayor prioridad y que sea una política de Estado para que con educación y control se tracen estrategias para lograr un buen manejo y que seamos una ciudad ordenada y podamos disfrutar de una buena calidad de vida vial”.