El Comedor Inmaculada Madre nació en abril de 2019, en un sector de la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen. En ese entonces, cinco amigas se reunían a rezar el Rosario y a cocinar para las familias más necesitadas de Tandil y así colaborar con la entrega de alimentos que realizaba Ayuda Fraterna y Cáritas. En la actualidad acompañan a 180 personas que retiran las viandas.

En este sentido, a Silvina se le ocurrió amar un comedor, gestó la idea, la compartió con el resto de las mujeres y con el padre Andrés. A partir de allí se trazaron diversas opciones. Además, se sumó Federico que “tenía ganas de realizar actividades solidarias”. La iniciativa se puso en marcha y comenzó a funcionar con 90 personas.



En marzo de 2020, inició la pandemia y las necesidades de las familias se multiplicaron a tal punto que se sumaron 400 personas para recibir las viandas. La modalidad, en aquellos tiempos de emergencia sanitaria, fue la preparación  y  la distribución de alimentos en siete barrios de Tandil. Luego, las medidas de Salud se modificaron y se retomaron las actividades, por ende, las familias retiraban las viandas en la Parroquia.

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El comedor subsiste con donaciones de dinero en una cuenta bancaria, por compras anónimas de mercadería y con la venta de ropa del roperito, esa ganancia se vuelve a invertir en materia prima para el comedor. De todos modos, aquellas personas que donan ropa, calzado y no quieren que se venda lo donado lo aclaran y esa prenda se deriva a donación.

PNT Diario Digital, dialogó con Silvina y Viviana, coordinadoras del comedor Inmaculada Madre y explicaron que “las familias son parte de nuestra vida, vienen y nos cuentan lo que les sucede y nosotros los escuchamos, aconsejamos, guiamos y nos damos cuenta que además de la comida es importante la escucha”.

“Después de un tiempo de cocinar, dialogamos con el padre Andrés, sobre el número de viandas y ´él nos invitó a sumarnos con la gente de Cáritas y a conocer a las familias a las que les estaba llegando ese alimento. Luego de pasar varias tardes escuchando a las familias nos pareció que veinte  no eran significativas”, describió Silvina.

También, contó que “ninguna tenía experiencia en un comedor, pero en menos de 10 días se armó todo. Junto al padre Andrés comenzaron a sumarse voluntarios. Se pintaron los techos, las paredes y los bancos y se encolaron las mesas. Para nosotros no solo es un plato de comida, sino que a la persona le llegue el amor con el que lo esperamos”.

Viviana, comentó: “Tenemos apoyo escolar. Hay un grupo de mujeres que consiguen las profesoras. Además,  ayudamos a varias mamás que están haciendo la secundaria y a hijos de las familias. También a una chica que está estudiando Abogacía. Ella se había ganado una beca en FASTA por el mejor promedio de Tandil, pero fue necesario buscar padrinos para que le paguen internet y le ayuden con las fotocopias para poder terminar la carrera. Nosotros apoyamos mucho la Educación."



Bolsa de trabajo

“Creamos una Bolsa de trabajo que tiene como objetivo ayudar a las familias a confeccionar un CV, una carta de presentación y acompañamiento. La idea es que cuando haya una búsqueda laboral nosotros podamos recomendar a la persona para esa tarea”, aseguró Silvina.



Acondicionamiento de baños

También, Viviana, declaró: “Hicimos un relevamiento sobre las necesidades habitacionales de las familias y observamos que el lugar de la casa que se encontraba en peores condiciones era el baño o en algunos casos ni tenían. Por eso, un grupo de mujeres, psicólogas sociales, querían colaborar con el acondicionamiento de las viviendas. Todo eso es gracias a Dios y al padre Andrés que siempre nos acompaña, nos apoya, nos tira ideas, ora por nosotros, y acepta cada propuesta que le presentamos”.



Roperito de venta y solidario

Por su parte, Silvina, aseveró que “se busca la ropa, artículos para el hogar, elementos para bebés, calzado que necesitan las familias del comedor. El roperito de Cáritas recibe donaciones y tenemos venta al público. La idea es ayudar al que no puede comprar algo nuevo y también con las ganancias se compran alimentos para el comedor”.

Banco ortopédico

“Tenemos complementos para gente que está enferma y necesita algo especial, como, por ejemplo, diferentes bastones, cuatros andadores, dos sillas de ruedas, dos inodoros portátiles, dos camas ortopédicas, entre otros. Esos elementos se prestan a las personas que no pueden adquirirlos y es sin costo”, remarcó Viviana.



Agradecimientos

Para finalizar, ambas mujeres, indicaron: “Hay muchos voluntarios que nos ayudan y también hay muchos donantes y ellos son parte importante para nosotros. Les queremos agradecer a los amigos que colaboran, a las panaderías "La Favorita", "Nueva Armonía" , a Pablo y a la familia de Ana Verellen. También, a la arquitecta Silvina Prieto que, desinteresadamente, nos ayudó. Al Colegio de Escribamos que nos ayudan a comprar carne. A los empleados de la AFIP que todos los meses aportan dinero de su sueldo para el comedor, a quesos ‘El Holandés’ que nos trae queso, ricota y, yogurt. Hay una voluntaria que nos cocinan para un chico que asiste al comedor y es celiaco. A todos los servidores del comedor les decimos: Muchas gracias”.