Con una gran cantidad de familias, se festejó el Día de las Infancias en el comedor Tatü

Se festejó el Día del Niño en el comedor Tatü, ubicado en Azucena 1825, en el barrio Movediza dos. El grupo de “Misioneritos” de la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, junto a las familias de la zona, animó el evento con música, juegos, sorteos, tortas y regalos.

Además, se recolectó, acondicionó y entregó más de 300 juguetes para que cada niño y niña de todas las edades tengan su regalo. Más tarde, se repartió chocolate y torta a todos los presentes.

En este sentido, la actividad comenzó, pasadas las 15 horas, con una Zumba Familiar, a cargo del profesor Fede, quién hizo bailar a grandes y chicos. Luego, llegó el turno del Payaso “Pan de Leche” que entregó globos a los infantes.

También, se llevó a cabo la 1ra edición de la carrera barrial “Cura Running”, donde los pibes y pibas corrieron por las calles del barrio. El cura, Andrés Pérez, junto al padrino del evento, el atleta de elite y ganador de la última maratón de Rosario, Sergio Hoffman, realizaron la entrada en calor y largaron la carrera.

El ganador de la prueba atlética fue Alexis, el segundo puesto fue para Lorenzo y el tercero para Tiago, aunque todos  los corredores se llevaron medallas por su participación.

En la entrega de premios, el padre Andrés expresó como anhelo “la apertura de una Escuela de Atletismo” en el barrio y Hoffman apoyó la iniciativa y alentó para que ese deseo “fuera posible” en un futuro próximo.

Se inauguró el salón de usos múltiples

Hace tres años se proyectó la realización de un lugar para que las familias del barrio puedan estudiar. El grupo de los misioneritos, el padre Andrés y la catequista Elena González Borda comenzaron con la iniciativa de construir un salón de usos múltiples.

Ante las necesidades del comedor Tatü, se sumaron las integrantes de “Camino Solidario”, Cáritas Diocesana, Juan, con la mano de obra, la arquitecta, Marina, y Nicolás Carrillo del Movimiento Evita para concretar la apertura del espacio barrial.

Paola, referente del Comedor Tatü, conto que “creo que con Marisa y Pepo no nos imaginamos que podíamos construir un lugar para nuestros chicos. Nos pareció un sueño inalcanzable. Gracias al padre Andrés, a la catequista Elena y al grupo de los misioneritos pudimos tener un espacio para que los niños cumplieran con sus tareas escolares. Hubo mucha gente que dio su ‘granito de arena’ para que este Salón pueda funcionar”.

Emocionada, aseguró ” gracias a todos por su ayuda a Cáritas, al Movimiento Evita y a cada uno de ustedes que nos apoyó para conseguir las cosas que necesitamos para tener un lugar en el barrio. Estoy feliz y agradecida por celebrar éste día e inaugurar el salón”.